Recomendaciones para el tratamiento de la piel atópica: sugerencias de medidas para aplicar en la rutina de baño, tips de aplicación de la crema hidratante y terapia tópica antiinflamatoria
Dra. Constanza Riquelme, experta en dermatitis atópica. (Tercera parte)
La dermatitis atópica es una enfermedad inflamatoria crónica de la piel, que cursa con picor como síntoma principal. Las características clínicas de la dermatitis atópica incluyen piel seca, enrojecimiento, exudación, formación de costras, y engrosamiento de la piel (liquenificación).
El objetivo del tratamiento de la dermatitis atópica es reducir los signos y síntomas, prevenir los brotes y minimizar los riesgos del tratamiento. El tratamiento para los pacientes con dermatitis atópica incluye un cuidado de la piel, uso de emolientes para hidratar la piel y la terapia antiinflamatoria para controlar la inflamación y los brotes. Los agentes tópicos representan el pilar fundamental del tratamiento.
Recomendaciones para el baño
El baño diario es una forma efectiva de cuidar la piel y la barrera cutánea. Una barrera cutánea inflamada es vulnerable a microorganismos y alérgenos externos. Una rutina regular de baño y cuidado de la piel puede ayudar a fortalecer la barrera cutánea y a evitar sobreinfecciones por distintos microorganismos. La piel húmeda puede absorber mejor los medicamentos que se aplican de manera local (tratamientos tópicos) y aumentar su efectividad.
Algunas sugerencias de medidas que se pueden aplicar diariamente en la rutina de baño son:
- Utilizar agua tibia para el baño: es recomendable evitar usar agua caliente, ya que cuanto más caliente esté el agua, más puede resecar la piel.
- Realizar baños cortos: el baño debe durar de 5 a 10 minutos, ya que el contacto prolongado con el agua puede resecar la piel. Un potencial agravante de la dermatitis atópica puede ser la composición del agua, ya que el agua dura con alto contenido de sales de calcio y magnesio puede resecar la piel.
- Utilizar limpiadores “syndet”: son limpiadores sintéticos que poseen un pH ácido similar al de la piel, a diferencia de los jabones que tienen un pH alcalino. El pH es relevante para el aseo de la piel, ya que algunos estudios han concluido que mantener un pH ácido disminuye la proliferación de bacterias como el Staphylococcus aureus. El S. aureus como hemos mencionado previamente, produce sustancias que pueden empeorar la inflamación y los síntomas de la dermatitis atópica.El nombre “syndet” deriva del inglés “synthetic detergent.” Los syndets más frecuentemente utilizados son el lauril sulfato de sodio (SLS, por sus siglas en inglés sodium laureth sulfate) y el lauril éter sulfato de sodio (SLES, por sus siglas en inglés sodium lauryl ether sulfate).
- No frotar la piel con esponjas.
- Evitar las fragancias en los productos para la limpieza de la piel. Las fragancias son de los irritantes y alérgenos más frecuentes presentes en los productos de baño.
- Secar la piel con toques suaves de la toalla: es recomendable evitar frotar la piel con la toalla.
Hidratación
Mantener la humedad de la piel es una de los aspectos más importantes que se pueden realizar para controlar los brotes de eccema en la dermatitis atópica. Los emolientes ayudan a proteger la barrera cutánea en la capa más externa de la piel conocida como estrato córneo.
Como hemos mencionado previamente, los pacientes con dermatitis atópica tienen una barrera cutánea dañada, lo que dificulta que la piel retenga agua, ocasionando resequedad y picor en la piel, lo que puede desencadenar o empeorar el eccema .
Aplicar crema hidratante inmediatamente después de la ducha: este detalle es muy importante, ya que si no se humecta la piel inmediatamente después de la ducha, la humedad que la piel necesita se evaporará y puede causar un efecto rebote que la dejará aún más seca.
Se han publicado estudios que concluyen que el uso regular de cremas hidratantes complementa el tratamiento médico durante el brote. Según estos estudios, las personas que utilizan cremas hidratantes diariamente experimentan una mejoría, ya que:
- Es más prolongado el intervalo entre brotes
- Se reduce la frecuencia de los brotes
- Se necesita una menor cantidad de corticoides para controlar los brotes
Además de los beneficios en la barrera cutánea, algunos emolientes pueden contribuir a mejorar la disbiosis que pueda ocurrir en la piel debido a la proliferación de la bacteria Staphylococcus aureus.
- Es recomendable aplicar crema hidratante en áreas de la piel sin inflamación: aplicar crema hidratante sobre áreas inflamadas puede agravar los síntomas. Por esta razón, es recomendable aplicarla en aquellas zonas donde no se observa inflamación ni actividad de la enfermedad en forma de enrojecimiento.
- El uso de productos de aceite puro como el aceite de coco o de oliva en lugar de emolientes puede secar la piel al aumentar la pérdida transepidérmica de agua, por lo que no estarían recomendados como norma general.
- Viajar con tus productos de higiene personal: si realizas un viaje, es recomendable que lleves tus productos para el cuidado de la piel contigo. De esta manera evitarás el contacto con productos que puedan ser irritantes para tu piel, como las fragancias.
Tratamiento anti-inflamatorio
En un periodo de brote, es importante que se valore la extensión y las características del eccema así como saber el impacto del picor en las alteraciones del sueño, la calidad de vida y la persistencia de la enfermedad.
La terapia tópica para que sea efectiva depende de tres principios fundamentales: aplicar tratamientos con la suficiente potencia, suficiente dosis y realizar una aplicación correcta. Los tratamientos tópicos antiinflamatorios actualmente aprobados en España incluyen los corticoesteroides (TCS) y los inhibidores de la calcineurina (TCI).
La terapia tópica antiinflamatoria puede realizarse de dos maneras: manejo reactivo y manejo proactivo:
- En el enfoque de tratamiento reactivo, se aplica la terapia antiinflamatoria tópica solo en las áreas afectadas de la piel y se suspende o reduce gradualmente una vez que las lesiones visibles han desaparecido por completo.
- La terapia proactiva consiste en una combinación de un tratamiento antiinflamatorio predefinido a largo plazo, que generalmente se aplica dos veces por semana en las áreas de piel previamente afectadas, junto con el uso diario generoso de emolientes en todo el cuerpo. El régimen proactivo se inicia después de tratar con éxito el brote agudo, cuando las lesiones han respondido favorablemente al tratamiento antiinflamatorio regular.
Es recomendable que la indicación, el seguimiento y el control de los tratamientos para el eccema sean supervisados por un dermatólogo. Distintos factores deben ser considerados al elegir un tratamiento que incluyen las distintas potencias de los corticoides, la edad del paciente y el área del cuerpo afecta, entre otras.
Además de realizar las recomendaciones mencionadas anteriormente, es importante también evitar en la medida posible, los factores que empeoran la dermatitis atópica y afectan la barrera cutánea. Algunos agravantes podrían ser: el baño excesivo sin hidratación posterior, ambientes de baja humedad o el calentamiento excesivo de la piel. Así mismo, como norma general, cualquier estímulo que se identifique que pueda ocasionar picor debe ser evitado en pacientes con dermatitis atópica.
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