Durante los últimos años aparecen trabajos científicos que vinculan la existencia de una microbiota intestinal, es decir, el conjunto de microorganismos que tenemos en el intestino, a la aparición de determinadas enfermedades inflamatorias especialmente a nivel de la piel. Mediante el uso de probióticos específicos, con eficacia demostrada en estudios, ayudamos a restablecer la microbiota con las cepas necesarias y disminuimos la respuesta inflamatoria que se da en la piel.
Mediante el uso de probióticos (…) disminuimos la respuesta inflamatoria que se da en la piel
Es por ello que tanto en el caso de la psoriasis como en el del acné se ha relacionado una alteración de esta microbiota, conocida como disbiosis intestinal, con una mala evolución de la enfermedad. Por este motivo cada vez son más las publicaciones científicas que evalúan cómo modulando esta microbiota intestinal podemos mejorar la evolución de la enfermedad.
Según el Dr. Vicente Navarro, responsable de la Unidad de patología infecciosa del Hospital Vinalopó de Elche, “recientemente se ha publicado el primer ensayo clínico utilizando probióticos para el tratamiento de la psoriasis con resultados muy exitosos. Se ha demostrado que, con una mezcla probiótica específica, unida al tratamiento habitual de esta enfermedad, se consigue una más rápida respuesta del paciente, una mejor evolución durante el tiempo de tratamiento, y sobre todo se ha observado como después de suspender el tratamiento tras tres a cuatro meses con el probiótico, los pacientes están durante más tiempo libres de nuevos brotes de la enfermedad”.
El futuro del tratamiento de la psoriasis es grande, y la utilización de preparados probióticos para modular la microbiota va a entrar dentro del arsenal terapéutico de esta enfermedad. El Dr. Vicente Navarro ha desarrollado tanto el probiótico para pacientes con acné (Probiac®) como el probiótico para pacientes con psoriasis (Probiasor®).